En una iniciativa pionera dentro de la industria óptica ecuatoriana, Óptica Los Andes (OLA) presenta su primera colección de armazones y gafas 100% sostenible. 

Este lanzamiento, que evidencia la integración de prácticas responsables con el medio ambiente en el portafolio de la compañía, incluye 86 modelos de las marcas OLA, Sinco y Fix, elaborados con material reciclado proveniente de botellas de plástico PET. Desde ahora, la ciudadanía podrá acceder a estos productos en todos los locales de Óptica Los Andes a nivel nacional, en precios que oscilan entre los $59 y $89.

De acuerdo con Sergio Olivo, Jefe de Marketing de OLA, para el proceso de elaboración de esta colección se utilizó 90% menos de agua y se emitió 70% menos de CO2. “Son 56 modelos de armazones y 30 de gafas, que no solo reflejan nuestro compromiso con la sostenibilidad, sino también nuestro principio de innovación y vanguardia en moda eyewear”, comenta. Añade que, al momento, el 10% del portafolio de la empresa está conformado por mercadería sustentable.

Estos nuevos accesorios llegan con una variedad de formas, como agatadas, geométricas y ovaladas; y colores de tendencia como habana, transparente rosa y transparente gris. La proyección de la compañía, según Olivo, es alcanzar un volumen de ventas de más de 3.000 unidades hasta el cierre del año. “Confiamos en que la conciencia ambiental cada vez más creciente en los ecuatorianos, así como la excelente calidad de estos productos, serán claves para cumplir con esta meta”.

Es así como Óptica Los Andes avanza a paso firme hacia la consolidación de un modelo de negocios que, además de garantizar un óptimo cuidado de la salud visual de sus clientes, coadyuven a la protección y conservación del planeta.

Desde el primer día de apertura, los fundadores de Óptica Los Andes se enfocaron en la innovación, es así que fue la primera empresa de salud visual en adquirir equipos de última tecnología para su negocio. Posteriormente, Óptica Los Andes detectó la necesidad de contar con un proveedor que cumpliera sus requerimientos de tiempo de entrega de lentes, así como de calidad y control de los productos que ingresaban al mercado ecuatoriano. Esto motivó a la empresa a la creación de Indulentes, el primer Laboratorio Óptico Digital del país.