Grupo Entregas, se caracteriza por su modelo de negocio denominado, “Logística con propósito”, y CUSI (alegría en quichua), busca generar un beneficio económico tomando en cuenta a la comunidad y el medio ambiente donde trabajan; las dos empresas cuentan con la Certificación de Empresa B y mantienen como su pilar fundamental en su proceso de producción a la economía circular. 

Las dos compañías, con el objetivo de mostrar la gran problemática social y ambiental del desperdicio de alimentos en Ecuador, se juntan al Banco de Alimentos Quito (BAQ) para demostrar que el trabajo en conjunto y la colaboración de diferentes actores público-privados con el desarrollo, amplifican el impacto positivo y generan valor mutuo.

Ecuador, ocupa el segundo lugar en desnutrición crónica infantil en menores de 5 años. En el país se desperdician 939.000 toneladas/año que equivale 334 millones de dólares/año. Solo en la capital se desperdician 400 toneladas diarias de alimentos aptos para consumo. Esto significa que la desnutrición crónica no se debe a la falta de comida, sino, a una distribución fallida e incorrecta de los alimentos.

Con una cadena de valor interdependiente, el Banco de Alimentos Quito ha logrado formar un modelo de economía circular que permite prolongar la vida útil de 11’258.703 kilos de alimentos distribuidos a más de 83.000 personas de comunidades vulnerables. 

En palabras de José Ignacio Morejón, director ejecutivo de Sistema B Ecuador, el trabajo interempresarial representa “la clave para transformar desafíos sociales y ambientales en oportunidades de impacto positivo, donde la colaboración y la intencionalidad del sector empresarial bajo el paraguas B Corp se unen para generar un cambio significativo en nuestra sociedad”.

Los aliados

Desde 2003, el Banco de Alimentos Quito se dedica a recuperar comida en perfecto estado para consumo, pero que ha llegado al final de su ciclo comercial. Por razones de eficiencia de costos, muchos productores y distribuidores de alimentos desechan esta comida. 

Sin embargo, esta ONG ha creado una cadena de valor para dar una continuidad de vida útil a dichos "desperdicios" y poder redistribuirlos correctamente. Lo hace a través de un proceso: recolectan los alimentos, los clasifican y almacenan para luego ser procesados o redistribuidos. De esta manera, el BAQ beneficia a 95 instituciones y 1.008 familias. En total 83.008 personas con 32´824.207 raciones de alimento.

Para que este beneficio llegue masivamente, esta organización trabaja con una cadena de valor en la cual es esencial y fundamental la interdependencia público-privada. Para recolectar y distribuir la materia prima y los alimentos que provee se necesita de la logística con propósito de Grupo Entregas.

CUSI, por otro lado, depende del BAQ para el esquema de negocio de uno de sus productos, ya que utiliza manzanas recuperadas por la organización como materia prima para su producto final de Muesli. Así, ambas Empresas B Certificadas juegan un papel importante en este modelo de economía circular e interdependencia empresarial, generando valor entre sí.

María Paulina Romo, presidenta de Grupo Entregas, expresó: “Los retos sociales son tan importantes que todos los negocios y actividades comerciales que se hagan en el país pueden fácilmente tomar un giro social. Entendimos que hay muchos problemas que nos son evidentes para nosotros y el hambre era uno de esos. Los voluntarios caminaban desde el BAQ hasta el mercado mayorista a pie. Buscamos logística con propósito y nos convertimos en la primera empresa de logística B Certificada en el país. Sistema B nos mueve a replantear cómo estamos haciendo negocios, cómo solucionamos en la logística la problemática social y ambiental y dejamos una huella positiva”.

Asimismo, José Luis Quintero, gerente general de CUSI, destaca el compromiso de las Empresas B Certificadas en este tipo de acciones: “La sostenibilidad es parte de nuestro modelo de negocio. Nuestros pilares son económicos, ambientales y sociales. 

En nuestro negocio llevamos un análisis de ciclo de vida de alimentos desde proveedor hasta el cliente, circularidad de materiales de nuestros empaques, prácticas regenerativas y alimentos recuperados son requisitos paranuestros productos. Necesitábamos productos altos en proteína y libres de gluten, grasas y azúcares, y vimos que en el BAQ tenían manzanas que repartían a todas las organizaciones, así que decidimos comprarles manzanas deshidratadas a ellos para incluir en nuestros productos. Nuestro enfoque es que haya una relación comercial con un impacto positivo”.

Finalmente, Alicia Guevara, fundadora del BAQ, enfatiza el rol significativo de los aliados en la cadena de valor del Banco: “Grupo entregas nos ayuda con camiones, voluntarios, pero más que nada son embajadores del BAQ. CUSI nos ha apoyado con sus productos, ellos nos compran a nosotros manzanas deshidratadas para integrar a sus productos y nos han contactado con otras empresas del sector que nos han ayudado mucho”.

En esta nueva visita, organizada por Sistema B Ecuador, se reafirma la importancia de la colaboración entre empresas que comparten un mismo propósito. Grupo Entregas, CUSI y el Banco de Alimentos Quito reflejan el compromiso conjunto de abordar el desperdicio de alimentos en Ecuador. Al integrar la visión de la economía circular, estos actores demuestran cómo la interdependencia puede generar un impacto significativo. 

En un mundo donde el desperdicio alimentario es un gran desafío, estas acciones conjuntas son un recordatorio poderoso de la importancia de trabajar en unidad hacia un futuro más justo y equitativo para todos y todas.